Sólo por las últimas dos semanas que he pasado en mi patria, tengo tanto que agradecerle al año 2010. He estado en Caguas, Boquerón (de donde presencié un eclipse lunar), el Faro de Cabo Rojo (¡fabuloso!), la Parguera, Joyuda, Cidra, Piñones, Loíza, Río Grande, Luquillo, la playa de Isla Verde y, por supuesto, mi Viejo San Juan. Si no fuera por el periódico y las noticias estaría convencida de que Puerto Rico es lo más cercano al paraíso. Con todo y sus problemitas, para mí esta isla que me vio nacer es el único lugar en el mundo donde siento que pertenezco y encuentro la felicidad total rodeada de mi familia, amigos, la brisa tropical, las montañas y el mar. Además, le agradezco a este año que se va los viajes que he dado a donde he podido llevar mi poesía, mis amigos y amigas poetas y artistas, la antología de escritores residentes en Chicago en donde fui incluida, el taller de Contratiempo, un hijo saludable que se hace hombre ante mis ojos, el amor de un compañero que me saca de la casa para irnos a bailar, el tener una madre llena de vitalidad y estamina, mis hermanas y sobrina, y el contar con lectores en este espacio que me da la oportunidad de llevar mis pensamientos y poemas y usar toda mi creatividad.
A todos ustedes les deseo un año 2011 lleno de sueños hechos realidad, mucha salud y amor. Un fuerte abrazo, JVP.