En un cuarto de hospital se sobrevive a medias.
Por el dolor se sabe que ha pasado lo peor.
El cuerpo tiene su propia estrategia, su plan futuro
bosqueja su venganza dentro de la piel.
Y duele, duele bien adentro, amarra la soga y hala
hasta que escupo un grito mudo, sordo a todos.
Para llegar al dolor se necesita una navaja afilada
ensuciarse las manos, oler la sangre
cortar pedazos infectados de tristeza.
¡Tanta melancolía en el vientre envenena el corazónǃ
Por JVP©