Nemir me pregunta que cómo experimento ahora a Nueva York, como si sospechara que ya no es lo mismo que aquella primera visita que todo me parecía fascinante y majestuoso. Para sacar el valor de experimentar a Nueva York este fin de semana fue que decidí escribir mis primeros recuerdos, a ver si recobraba la ilusión de los primeros días. Alguna vez juré que nunca más iba a visitar la Gran Manzana; alguna vez vi sólo lo malo: la basura, los ratones, la gente empujándote, los trenes llenos de graffiti y suciedad, los vagabundos, la pobreza, el ruido, el tráfico, la prisa, los precios exorbitantes, el crimen, el miedo. Alguna vez odié a Nueva York por lo que me quitó... y porque me sabe a muerte. Pero hoy quiero mirar a esta fotografía (creo que es la única que tengo de una de mis muchas visitas) y alegrarme de que pude conocer a esa ciudad alucinante de la mano de mi hermanita Griselle, y junto a mi otra hermana Tuttie y mi mamá andar por las calles de Manhattan y sentirnos parte del corazón del mundo.
Así espero experimentar este fin de semana a Nueva York, después de todo, también voy a estar con mis hermanas las poetas y con amigas de casi toda la vida recorriendo esta ciudad que nunca para de latir en el recuerdo... JVP
1 comment:
La ciudad tambien se compone de las personas que pueblan tu vida. La ciudad cambiara de nuevo al compartir con las poetas.
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