Thursday, September 29, 2011
Fotos y Recuerdos: Mairym Cruz Bernal en Chicago
La poeta descendió del avión un martes como una buena amiga, pero el viernes cuando partió se fue como una hermana. La llevé a la clase de literatura que enseño donde, aparte de leer varios de sus poemas, nos contó su vida desde que nació en una ciudad que no siente suya, hasta las idas y vueltas que ha dado en su vida peregrina de poeta. Luego les pregunté a mis estudiantes qué habían aprendido de ella y ellos contestaron: que todo se puede hacer en la vida si uno lo desea fervorosamente, que no hay impedimentos. Entonces nos fuimos a caminar por mi trabajo en el centro de la ciudad: la calle State con sus muchas tiendas, Wacker Drive con su río lleno de lanchas y puentes, el parque Millenium con músicos practicando en el escenario, jardines llenos de flores, esculturas gigantes donde el agua se derrama por sus esquinas y un bar al aire libre donde brindamos por el reencuentro. Por la noche partimos rumbo a la lectura programada en La Bruquena. Me alegró que otros amigos poetas locales llegaran a compartir su trabajo. La otra poeta invitada, Marta Collazo, leyó con fuerza, rabia y hambre de palabras. Mairym leyó con su voz suave y dulce hasta llevarnos en sus alas a un viaje sensual, erótico, desgarrador, íntimo, a veces acusador y otras redimido. La escuché por primera vez leer poemas que escribió en inglés los cuales me sorprendieron por atreverse a desnudar temas tan personales y dolorosos. Al siguiente día la llevé a uno de mis lugares favoritos: la Plaza Mariano (con una hija llamada Mariana, sentí necesario llevarla). Esta placita a mí siempre me ha recordado a las plazas del Viejo San Juan. Sin embargo, la poeta me informó que es más parecida a París, y el palestino que nos preparó un café delicioso también lo confirmó. Yo les creo y aseguro que ya he visitado la Ciudad de las Luces. Seguimos por la avenida Michigan de tiendas por la tarde, y por la noche nos fuimos a otro de mis lugares favoritos: el restaurante El ñandú. Los jueves son noches de peña y hubo música, guitarra, amigos/as, poetas y poemas. El día de la despedida fui testigo de la luz que una poeta irradia a su paso en mi hogar, en mi hijo, en mí misma y en una ciudad que se hizo poesía con su visita. Gracias por todo, hermanita...JVP
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1 comment:
tu escrito de la estadía junto a las fotos es un ambos a dos muy emotivo! Gracias por compartir!
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